El manga se empezó a publicar en la revista mensual de corte "seinen" de la editorial Kadokawa, Young Ace, desde 2012; llegando a alcanzar 8 tomos recopilatorios, más un tomo adicional, publicado en 2016 junto a una edición del mismo en formato novela ligera. El manga, entre otros reconocimientos, obtuvo la 2ª posición en los premios Manga Taishō de 2014, de entre 10 nominados.
Además del dorama, emitido por Netflix en casi todo el mundo este invierno de 2017/18, la franquicia tiene también una versión cinematográfia con personajes de carne y hueso estrenada en marzo de 2016.
Son sólo 12 episodios que te sumergen en una historia de suspense muy bien contada.
El episodio 11 tiene un toque sorprendente en cuanto a producción.
Con detalles que aparecen, o quizás sería mejor decir, no aparecen en el opening inicial; o, más bien, ambas cosas a partes iguales. Y no digo nada más para no dar pistas.
La trama comienza en el año 2006 girando en torno a Satoru Fujinuma, un mangaka aspirante que debe trabajar repartiendo pizza para subsistir en Funabashi, muy cerca de Tokio, en la prefectura de Chiba.
Satoru tiene un extraño poder involuntario que le muestra acontecimientos futuros de modo que, si está muy alerta, podrá deducir qué va a pasar y resolver sucesos o accidentes al volver unos minutos atrás en el pasado.
Pero un grave suceso relacionado con unos asesinatos en serie llevará de vuelta a los años de su infancia a Satoru; hasta el año 63 de la era Shōwa, 1988. Cuando vivía en su pueblo natal de Hokkaidō, Tomakomai.
Poco a poco Satoru recuerda aquellos tiempos casi olvidados y trata de evitar a toda costa que una compañera de su clase, Kayo, llegue a ser la primera de una lista de misteriosas desapariciones que hubo en su época.
La trama es altamente intrigante, y el escenario escogido acompaña muy bien a las sórdidas situaciones que se plantean.
El dibujo y animación es excelente. Y la acción, y misterios resueltos poco a poco en la serie merecen mucho la pena disfrutarlas.
Por si fuera poco, la sin par Yuki Kajiura ha sido la responsable de aportar la banda sonora que multiplican por mil las emociones que destila todo el anime.
Si ya has visto la serie, te recomiendo echar un vistazo a los fondos de algunos lugares que aparecen en los episodios comparados con las fotos de los lugares reales en esta web de peregrinaje anime.
