Todo ello para... escribir cartas en una máquina de escribir.
La mezcla funciona. Se aparta de los géneros comunes de anime, al no estar ambientado en Japón; ni el presente moderno. Pero está dotado de gran realismo en lo que podría ser perfectamente una región con claras influencias y costumbres occidentales. Con coherencia cultural; sin mezclar culturas dispares. Llevando el tema del diseño artístico a un nivel por encima de series como "Sora no woto".
Este escenario es cuando menos intrigante. Para querer saber más.
Y me ha gustado mucho el anime porque, aparte del personaje femenino protagonista que da nombre a la serie, cobra protagonismo la máquina de escribir. Por alguna razón, siempre me fascinaron los aparatos con teclas o botones. Las máquinas de escribir, siendo lo suficientemente "viejuno" para haberlas utilizado al aprender mecanografía con ellas, son una de las pocas cosas del pasado que me producen cierta nostalgia.
Y ese protagonismo está en la historia, en detalles y accesorios que acompañan a la protagonista, y en la fantástica música orquestal compuesta por Evan Call que integra los chasquidos característicos de las teclas en la banda sonora; que acompaña a la serie desde el comienzo. Y que le da un aire cinematográfico que también evoca cierto cine del pasado como la secuencia introductoria de "Forrest Gump". Supongo que no seré el único que note esa similitud en el primer episodio. No tanto musicalmente sino como por la puesta en escena.
El romance está tratado de un modo que, pese a que domina toda la historia, no llega a sentirse cursi o empalagoso. Es una historia bonita, y en ocasiones triste, que transmite muchas emociones diferentes. Tiene una trama argumental que conduce hasta el momento final en el episodio 13. (Con un arco alternativo que está previsto se estrene en forma de OVA nº 14, en julio de 2018)
Pero, si algo merece la pena en este anime es conocer a Violet Evergarden. ¿Es una chica o una máquina? Realmente no se sabe distinguir en los primeros episodios. Poco a poco, a razón de 25 minutos por episodio, contándonos su historia entre algún que otro flashback para recordarnos una reciente guerra que aún tiene frentes abiertos y cicatrices que aliviar, se nos muestra cuánto hay de humano en ella con cada nuevo episodio; en ocasiones autoconclusivo. Con personajes que encandilan y haciendo el mundo de la serie "Violet Evergarden" cada vez más grande.