Pero esta obra se atreve a algo más que celebrar la imaginación y nos mete directamente en medio de una historia de suspense e intriga psicológica.

Su primer papel es el de un personaje secundario en una serie policiaca donde se investiga un caso de asesinatos en serie, donde hay sexo y violencia. Esa situación denigrante no incomoda demasiado a Mima pero algo empieza a confundirla mezclando su nueva vida y la vida ficticia de su papel televisivo cuando recibe amenazas de un desconocido.
Es algo chocante ver en este anime de hace diez años un personaje joven que no sepa lo que es navegar por Internet y lo viejos que se veían los Apple Mac de la época.
Como historia está bien. Y te maneja a su antojo saliendo un poco de las típicas historias de adivinar quién es el asesino.
Es entretenida pero no le doy tanto mérito como las que dirigió Satoshi Kon después.
Me gusta la atmósfera agobiante y las músicas inquietantes compuestas que aparecen en los momentos de mayor confusión.
Los estudios Mad House, parece que iban haciendo ya pinitos en el género unos años antes de lograr su bombazo internacional que fue Death Note.
La obra muestra a una protagonista asustada de un mundo donde cuesta discernir lo real de lo falso; lo confiable de lo sospechoso; y la moraleja podría ser que tendemos a imaginar falsedades antes que afrontar una realidad que nos duele.
Esto vale tanto por el hecho de asumir nuevos cambios en la propia vida y por otra cosa que me callo para no desvelar quién es el asesino. (aunque alguna pista he dado; o despiste. ;) )